Navegando el fin del mundo

Eso decían los chicos que nos llevaron a navegar por el Canal de Beagle, en Ushuaia, les robamos la frase para darle título a esta entrada, ya que quizás fue lo que más nos gustó de nuestra visita "al fin del mundo". Pero empezamos donde os dejamos en la última entrada...
 

Desde Punta Arenas (Chile) cruzamos el Estrecho de Magallanes en una barcassa enorme donde meten los buses, camiones, coches, etc. y desde donde tuvimos la suerte de ver algunas toninas (que no tonyines, jeje) siguiendo al barco y saltando, son parecidas a los delfines pero de piel negra y blanca, preciosas. 

Después de pasar también la frontera nuevamente hacia Argentina, y de unas cuantas horas de bus sin peli porque la carretera de ripio hace saltar los dvds:-(, llegamos a Ushuaia! La llamada ciudad más austral del mundo (esta frase no deja de repetirse en todas partes), está enclavada entre el Canal de Beagle y las montañas nevadas, hacia donde parece que se enfila por cuestas empinadas, un lugar recondito pero mágico.

Tot i que el nostre hostel estava un pèl allunyat del centre i a dalt de tot de la ciutat, teníem unes vistes molt xules del canal de Beagle, i vam estar-hi súper bé perquè tenia un rollo molt maco. Vam conèixer uns quants espanyols viajeros molt macos, i una noia argentina, amb els que vam fer un sopar comunitari, en plan família total:-)

A més el dia 8 van decorar el hostel de Nadal (és tradicional posar l'arbre aquest dia, que aquí també és "feriado"), o sigui que ens sentíem com a casa;-)

El soparet amb els compis del hostel (un vasco, un canario, una catalana i una argentina).
Genial compartir charlas, risas y aventuras de viaje!

Una de las cosas que más nos gustó de Ushuaia fue la ruta por el Canal de Beagle para visitar la isla de los lobos o leones marinos, la isla de los pájaros y el mítico faro de Les Eclaireurs (que no es el faro del fin del mundo, aunque mucha gente lo confunde).

Tuvimos que esperar un día, ya que cuando hay mucho viento en el canal el barco no sale, y teniendo en cuenta la inestabilidad del tiempo en Ushuaia (aquí también repiten y repiten "La Patagonia es así"), se hacen "una pechá" de anular la ruta.

Nosotros que hemos visto poco mundo y que de animales así no habíamos visto nunca, flipamos pudiendo verlos tan cerca, sobretodo los lobos marinos! Como fuimos en un barquito pequeño, en el que nos dieron chocolate caliente y a la vuelta cervecita:-), podíamos ponernos todos en cubierta y verlos a pocos metros.  

Fue muy interesante, también, pasear por la isla Bridges escuchando cómo vivían los "yámanas", la comunidad indígena que habitaba esta zona antes que llegaran los misioneros (empeñados en convertirlos), cercadores de lobos marinos, etc.

Con el frío que hace en esta tierra y ellos íban en cueros, sólo protegidos por una piel de lobo marino que encaraban al viento y la grasa de lobo que se untaban por el cuerpo para obtener una capa de protección que incluso les hacía un efecto de impermeabilidad. El fuego era esencial con tanto frío, y lo tenían siempre encendido, incluso en la canoa... De aquí el nombre de "Tierra de Fuego".

 

Con Gemma (catalana ) y Pavel (checo), nuestros compis del hostel. Estuvo muy bien disfrutar de la ruta en compañía:-)

La vista del far és única (papa, vaig pensar tant en tu!). Tot i que no és el famós "faro del fin del mundo" de Julio Verne, ens va semblar un lloc molt especial.

 

 

La isla de los pájaros: plegada de Cormoranes.





Caminando por la Isla Bridges, enmedio del canal.



Desde Ushuaia también visitamos el Parque Nacional de Tierra de Fuego. Inicialmente queríamos pasar una noche allí acampando, y poder hacer más rutillas por el parque, però jo vaig tenir una nit fatal de vòmits que llavors se'm va ajuntar amb el súper refredat, que ens va fer estar un dia de relax al hostel. Quizás el cuerpo nos pedía descanso;-)

Aún así, estuvimos un día en el parque, vaya, medio, porque al mediodía se puso a nevar! pero pudimos hacer la ruta costera, un sendero de unas 2-3 horas que va recorriendo la bahía. S'assembla a un camí de ronda, tot i que amb un paisatge ben diferent.

Y aquí terminó nuestra ruta por el sur. De allí ya subimos para Puerto Madryn, como os dijimos en la última entrada, pasando por cuatro controles fronterizos y de nuevo el Estrecho de Magallanes (esta vez aún vimos más toninas!) en un viaje interminable por las subidas y bajadas del bus y las colas en los controles... segurament per mi encara més pesat pel fet que jo estava com una sopa, Antonio tuvo suerte y su inicio de resfriao fue una falsa alarma:-), i em vaig passar tot el camí fent solos de trompeta, jeje.

Tenemos que dejaros, estábamos aprovechando el tiempo en la terminal ya que estamos esperando el bus hacia Buenos Aires que viene con  bastante retraso, pero parece que ya llega!

Próximamente... ballenas!:-)

Un beso a todos/as!!!